Poder de lo alto

Hace poco tuve la oportunidad de viajar a Miami para el 9no congreso internacional del Centi (Centro Internacional de Teoterapia Integral). Uno de los temas que me tocó tratar fue sobre el capítulo 9 del libro “Una Identidad con Sentido”, obra póstuma del Dr. Néstor Chamorro P. Y el capítulo se titula: ‘Un Nuevo Poder: La Experiencia de la Unción del Espíritu Santo.’ Al preparar este tema me acordaba de los súper héroes de las tiras cómicas, y sus grandes poderes, como Superman, Batman, La Mujer Maravilla; también pensaba en otros ‘poderes’ que no se encuentran necesariamente en héroes de los comics, como: el dinero, la autoridad, los títulos académicos, el engaño, entre otros. Estos poderes mencionados comparados con el ‘nuevo poder’ mencionado en el libro “Una Identidad con Sentido” fue lo que traté en mi tema. En síntesis hice una comparación de los poderes que ofrece el mundo y el poder del Espíritu Santo, el ‘poder de lo alto,’ que en conclusión, no es otra cosa más que obedecer a Cristo (a Dios mismo), de acuerdo con el pasaje de Lucas 24:49: “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos del poder de lo alto” (RV95). Los discípulos del primer siglo recibirían al Espíritu Santo, el poder creativo del cosmos, el poder que dio vida a Cristo en el vientre de María, el poder que levantó a Cristo de los muertos, más que por quedarse quietos en Jerusalén, por obedecer a Cristo. Es Cristo, el seguirle a él, y obedecerle independiente de, que nos da ‘poder de lo alto.’ Un poder mucho más grande que el de un súper héroe; mucho más grande que el dinero, la autoridad en una empresa, o el tener un alto grado universitario. Cristo nos enseño a desprendernos constantemente de lo que ofrece el mundo y a aferrarnos a lo que él nos brindaba: un poder transformador basado en la obediencia. ‘Poder de lo alto’ o poder(es) del mundo, ¿cuál quiere usted?

Y como una interesante coincidencia, esta semana me llegó una publicación de mi college, llamada Crux en la que se escriben artículos, poemas, y críticas de libros. Fue al final de la edición número 41 de Crux de este año, que me encontré con apartes de un libro sobre la Vida de Oración al estilo Ortodoxo. Me gustaría concluir con esta acotación que habla sobre el poder de la fe en Cristo, un poder que transforma vidas. Dice así la acotación: “La iglesia no puede vivir solo estudiando principios de fe. La fe en Cristo no es teoría. Es un poder que transforma vidas. Todos en Cristo deberían tener este poder. Uno debería poder cambiar su propia vida y renovarla a través del poder de Cristo” (mi traducción.) En Inglés dice: “The Church cannot live on principles of faith to be studied. Faith in Christ is not a theory. It is a power that changes lives. Everyone in Christ should have this power. One must be able to change one’s own life and renew it through the power of Christ.” (Taken from Crux, book review by Mark Davies of Orthodox Prayer Life: The Interior Way by Mathew the Poor, Spring 2005, Vol. 41, 1, p. 36.)