Soy Juan David Rodríguez, nací en Monterrey México, tengo 18 años de edad, y quiero glorificar a Papá Dios por lo que ha hecho en mi vida. Recuerdo que desde chiquito yo decía que quería ser misionero (dedicarme de tiempo completo a servir a Dios) y buscar sentirme feliz y realizado. Como cualquier ser humano crecí con algunos faltantes y necesitaba sentirme mucho mas amado de cómo mis padres y familia ya me amaban. Fue así que al no encontrar el amor que satisficiera mi necesidad me llene de muchos conflictos y mi personalidad se veía influenciada por algunas experiencias que para mi no eran gratas ante Dios; por esto me enemiste conmigo mismo y por supuesto con Papá Dios, que siempre termina pagando los platos rotos. Cuando tenia 14 años de edad tuve un sueño de ir a los Estados Unidos y aprender ingles, esto me llevo a orar mucho y como siempre Papá Dios me escucho y me llevo a Miami por 3 meses en donde el primer choque con la realidad fuera de casa fue: “¡OH me agarro de algo o que voy a hacer!”, y efectivamente comencé a buscar a Dios fervientemente, encontré amor y felicidad y tanto fue que sin tener el CF1 (Curso de Formación 1), el Señor me desafió a dirigir un Movimiento Juvenil Cristiano (MJC), a lo que por cierto le tenia mucho miedo.
Luego de 2 años, aun seguía sintiendo vacíos y habían cosas que creía que estaba bien, pero la verdad no era así; el sueño por estudiar siguió creciendo y mi anhelo era servirle al Señor en Estado Unidos. Fue así como comencé a soñar con el CENETI para capacitarme; ja,ja(!!!) no me imaginaba lo que me iba a encontrar allá; luego de un intensa búsqueda en oración y paciencia al cabo de 6 meses Papá Dios un día después de mi graduación de Bachillerato me puso en una avión rumbo a Cali al CENETI INTERNACIONAL II Semestre 2004. No me imaginaba lo que me esperaba; desde el avión Dios comenzó a tratar mi vida; la primera semana en el Redil empezaron a aflorar mis conflictos que por cierto tapaba pero mi líder en ese momento se las pillaba toditas y comenzó a minístrame. Un dial orando le dije lo que me pasaba y en un tiempo de sanidad interior el Señor comenzó a vendar muchas heridas en mi corazón. Después fue un proceso de pulimento donde seguían aflorando incongruencias en mi ser, así termine con nueva visión y salí convencido que yo era especial, y ahora de nuevo en mi heredad después de 5 meses de aprender y aprender era la hora de aplicar. Así después de 8 meses en donde mi carácter fue pulido y mis temores eran identificados Papá Dios me llevo al congreso Internacional en Miami, donde se termino de definir y se dio la estocada final para reconocer que debía reconciliarme con Papá Dios y conmigo mismo. Fue allí donde en un tiempo de sanidad interior, Dios me sano y me llevo a reconciliarme con él. El cambio fue inmediato y termino de bajar al corazón y aplicar la reconciliación total en el congreso Nacional de Jóvenes en Venezuela.
Hoy soy un muchacho feliz, conciente de sus raíces espirituales, formándose para conquistar las naciones y mas convencido de quien soy y a donde voy (Éxodo 34:10).
Por eso les invito a que hablen con sus líderes y se dejen tratar por Dios.
Juan David Rodríguez
Caracas, Venezuela.
lunes, octubre 10, 2005
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