viernes, junio 10, 2005

¿Qué pasó con el día de reposo?

Hace poco sufrí de una meningitis viral y el doctor me mandó una incapacidad de 10 días(!!!). No podía ver televisión, no podía escribir en el computador, no podía leer un libro. Debía reposar. Menos mal a los 5 días me volvieron a revisar y me quitaron la incapacidad y gracias a Dios solo me mandaron a tomar dolex para los dolores de cabeza. Ahora estoy bien y sin dolores.

Lo mas tenaz es que durante todo este tiempo de incapacidad me tuve que conformar simplemente con ser en vez de hacer. Y claro, cuando terminó mi incapacidad me di cuenta que las cosas había seguido marchando sin que yo tuviera que hacer nada. Me di cuenta que a veces Dios le obliga a uno a reposar – como sucedió con mi meningitis – para enseñarle a uno a confiar en él. Es decir, aprendí como nunca que el futuro está en las manos de Dios y no en las mías. Por eso reflexioné mucho sobre el día de reposo y lo necesario que es destinar un periodo de 24 horas una vez a la semana para dejar que Dios sea Dios en mi vida; un día a la semana para reposar mi espíritu, mi alma y mi cuerpo.

La confianza fue una de las cosas que más aprendí con respecto al día de reposo. Precisamente porque cuando uno deja de hacer es cuando más comienza a confiar en Dios. Tengo para compartirles los siguientes versículos:

“En el temor de Jehová está la firme confianza,
la esperanza para sus hijos.” (Prov 14:26)

“El entendido en la palabra hallará el bien;
el que confía en Jehová es bienaventurado.” (Prov 16:20)

“El de ánimo altanero suscita contiendas,
pero el que confía en Jehová prosperará.
El que confía en su propio corazón es un necio,
pero el que camina con sabiduría será librado.” (Prov 28:25-26)

Le invito a que esta semana se tome un día de descanso, que se tome un día para recordar lo bueno que ha sido Dios con usted; le invito a que por un día confíe todo en las manos de Dios. Forme este buen hábito espiritual. Es como el diezmo. Para los que lo practicamos sabemos que es mejor tener el 90% que el 100%. De la misma manera es mejor trabajar duro 6 días que 7 días.

No importa que día destine para reposar. Puede ser un viernes, un sábado, o un domingo. Lo importante es que lo haga. ¿Cuándo va a reposar esta semana? Comience a formar este hábito espiritual, no sea que Dios le obligue a reposar.

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