Hace poco mi esposa me contaba un anécdota que le comentó una de las asistentes a nuestras reuniones. Esta señora casada, con dos hijas menores de diez años, hablaba sobre lo poco que los varones ayudan en la casa. Y su anécdota tenía que ver con el tiempo que el esposo cuidaba de sus niñas. Decía la señora: “Yo me la paso todo el día limpiando la casa, haciendo la comida, y cuidando de las niñas; y claro nadie me da las gracias ni reconoce mi buena labor. Pero eso sí, cuando mi marido, una vez a la semana, termina de cuidar las niñas, además de terminar exhausto, me mira esperando que le de las gracias por el par de horitas que estuvo con ellas (!!!).”
Este anécdota causa risa y preocupación a la vez. La verdad es que la gran mayoría de los hombres casados y con hijos poco ayudan en la casa y cuando lo hacen esperan que haya gran reconocimiento de su labor realizada. Pues creo que es hora más bien de reconocer la labor que en silencio y sin esperar nada a cambio, realizan día a día las esposas y madres. Que bueno sería que los varones se pudieran comprometer con el hogar. No siempre es la mujer quien tiene que lavar los platos o pegar un botón. No siempre es la mujer quien tiene que hacer el desayuno, o levantarse a la media noche para alimentar a un bebé en llanto.
Le invito a que si todavía no ha tenido un detalle de amor en este mes de las madres con aquella mujer que está a su lado y lo da todo día a día, le invito a que no espere más. Hoy mismo, y no solo por este mes, sino por el resto de año, decida colaborar más en su hogar. Puede que usted trabaje muy duro para alimentar a su familia, y puede que llegue muy cansado todas las tardes de trabajar, pero eso no lo excusa de no asumir la responsabilidad de hacer feliz a su esposa y de reconocer su gran labor. Comience este mes que celebramos a las madres y mujeres. Comience por regalarle a su esposa un domingo en la mañana en que nadie la va a molestar y ella así podrá dormir hasta tarde. Propóngase un día a la semana a subirle un café caliente, y también a hacerle el desayuno. Esta misma noche dígale que le dará un masaje en los pies. El hacer esto no nos vuelve menos varoniles, antes nos hace más hombres.
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2 comentarios:
es lindo saber y entender la valia de la mujer que esta tiene en el corazon de Dios, tanto asi que mientras jesus estuvo en la tierra fue el percusor de amar, respetar y defender a la mujer.
Dios los bendiga y les permita tratar a la mujer como vaso fragil.
gracias a Dios por la mujer,que aunque no se deja entender, se deja amar
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