martes, febrero 15, 2005

Testimonio Marlon García - Misión Local a Girardot

Cuando me hablaron de ir a Girardot (Cundinamarca) a una misión de 45 días pense:
"Bueno, unas vacaciones distintas," ademas  me dije, "debe ser facil y más aun siendo hijo de misionero." Ese fue mi pensamiento la noche en que mi papá me dijo que si queria ir de misión. Al día siguiente me dije: "Si voy amision es en acción de gracias por lo que el Señor habia hecho con la enfermedad de mi hermana Daniela (la cual estaba luchando con un cáncer)." Obviamente habian muchas otras cosas por la cual darle gracias a Dios, pero para mi la principal era y es esa, claro que seguía con una actitud un poco sobradora.

Cuando empezamos la misión mi actitud sobradora se hizo añicos, estaba muy lejos de entender  lo que realmente significaba la palabra misión; en esos primeros días tuve mi primer confrontamiento conmigo mismo, me di cuenta que mi vida de oración no era tan buena como creia y que se notaba que dependia mucho  de la oración de mis padres y me senti mal, y fue donde entendi que necesitaba estar más tiempo con Dios y fue así como mis oraciones fueron como las de un niño que estaba aprendiendo a hablar y fue algo muy bonito porque todo lo que creia saber lo habia borrado para empezar de nuevo; es lo que conocemos como volver al primer amor. Desde ese momento mi vida espiritual y mi visión frente a la misión cambió; en mis oraciones por la mañana mientras hacia el devocional personal sentia paz y el amor de Dios. Sentia que mis oraciones eran escuchadas por él y que la bendición que el Señor derramaba sobre mis padres ya no era compartida, ya me apropiaba de mi propia bendición la cual vi en los momentos más duros de la evangelización, en donde el Espíritu Santo mostraba su gran poder y respaldo en las oraciones de sanidad que hice y la oración de liberación en donde se ganó una personita para el Señor.

Por otra parte el Señor formó mi carácter, ya que hay muchas cosas en las que quería ver los resultados rápidos, fue donde el Señor a traves de su trato amoroso, me enseño que para él todo tiene un tiempo y es el tiempo menos esperado para nosotros (Eclesiastes 3:1).

Son muchas las cosas que el Señor formó en mi vida, en cada área de mi vida él hizo algo muy especial y lindo en donde quedaron muchos recuerdos, anécdotas que quedaran grabados en mi mente.

La convievencia con otras 9 personas fue algo muy vacano, y aunque hubo discusiones, fue algo muy bueno el compartir y conocer su forma de pensar y su forma de actuar, y creo que lo mas importante fue probar cómo estaba nuestro compañerismo, aunque vivir pocos días con otras personas en un espacio que no es el de uno pasa, pero ya 45 días eso cansa, pero fue muy bonita la experiencia porque en eso detalles el Señor estaba formando mi vida y la de ellos también.

Ya para terminar quiero felicitar a mis papás y todos los misioneros por una sencilla razón: la misión es para valientes y para gente con una dispocisión muy grande en sus corazones. Ahora sé lo que se siente estar lejos de los padres y seres queridos, puede que la misión que hice no se compare con la de ellos ya que fue mas suave y no pasamos por muchas de las cosas por las que tuvieron que pasar ellos. Pero la verdad es que aprendí a admirar más y de tomar más a mis padres como ejemplo de vida, trabajo, entrega y tenacidad espiritual.
 
Quiero darle gracias a Dios por lo que me permitió vivir, por los recuerdos y enseñanzas que me dejó, a Gabril Ricardo y Mireya (líderes que nos ministraron en nuestra misión de Girardot) por permitirme compartir con ellos mi experiencia como misionero junior, a Juan Pablo Chamorro y David Beltrán por organizar la misión, y a mis padres por apoyarme en esta "locura."

Marlon García
Misionero Junior
Febrero 12, 2005

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