sábado, febrero 26, 2005

Testimonio Jessica Correa - Misión Local a Girardot

Al conocer la noticia de que se iba a realizar una misión de 45 días para los hijos de misioneros de Bogotá: vi en ella esa gran oportunidad que Dios me estaba dando para tomar la decisión de ir y experimentar su sobrenatural amor en mi vida y para negarme de las comodidades y entregarme al servicio a Él; cumpliendo así el mandato que a todos nos  ha dejado, el de la GRAN COMISIÓN.

En mi corazón siempre ha existido ese deseo de ir y compartir de Cristo, pero en muchas oportunidades me dejaba enredar por cosas como el estudio o simplemente dejaba que la timidez o la pereza me controlaran. Por eso estaba llena de expectativa ante las grandes maravillas que Dios iba a hacer en mi vida y las grandes respuestas que Él me iba a dar ante las muchas decisiones que tenia que tomar.

Los 45 días de misión fueron espectaculares, Dios trato mi vida en todas las áreas; pude experimentar su respaldo y su presencia en todas las actividades que realizaba.

Recuerdo como en los primeros días de evangelización veía tan difícil y tan duro lograr el objetivo de los tres grupos de oración; muchas personas me cerraban la puerta, en otras casas ni abrían, otros ya eran cristianos; en fin muchas situaciones que me desanimaban. Pero durante el resto de días vi el respaldo de Dios en mi y en el trabajo que estaba realizando; esa zona que al principio se veía tan difícil se había convertido en una zona con mucha necesidad de Dios. Pronto las cosas cambiaron y cada día Dios me enseñaba que lo imposible para mi era posible para Él y que todo en la vida con esfuerzo, amor y dedicación se puede conseguir. Y así fue, se dejaron allí en la zona junto con mi compañera seis familias dispuestas a conocer y dejarse tratar por el amor de Dios.

Aunque hubo días difíciles y duros donde me sentía cansada, Dios siempre me llenaba de aliento y de fuerzas para seguir. Recuerdo como un día cuando salí a evangelizar junto con mi compañera nos sentíamos tan cansadas y con pereza de ir a compartir; pero sin importar eso tomamos la decisión y empezamos a hacerlo y después del segundo evangelizado nuestro animo y nuestras ganas cambiaron a tal punto que llegada la hora de irnos, queríamos seguir evangelizando. Aquí aprendí que era solo decisión de disponerme, que Dios hacia el resto.

Pero, Dios no solo me trato en esa parte sino también en otras más; el hecho de convivir con otras 11 personas, no es tan fácil, se presentan dificultades pues todos no tienen el mismo carácter, ni las mismas costumbres. Dios allí me enseño sobre la paciencia y la tolerancia. Lo que al principio de pronto era incomodidad, desorden o que vivíamos con personas que tal vez solo sabíamos de ellas el nombre se convirtió en una hermosa familia.

En fin para mi la misión fue una experiencia que cambio mi vida y que me ayudo para afirmar aun mas el llamado que Dios me ha hecho de servirle.

Se que la misión no fue en vano, ni las enseñanzas que Dios dio a mi vida a través de los misioneros que nos cuidaron con amor y que nos brindaron su cariño y atención. Dios me hizo entender y cambiar algunos aspectos de mi que estaban mal, me llevo a experimentar su amor y me  recordó lo valiosa, importante, especial y hermosa que soy para Él. Dios me ayudo a cambiar algunos aspectos equivocados que yo tenia respecto a mi misma; me hizo mas segura y me llevo a apropiarme de las capacidades que Él me ha dado para lograr lo que me propongo. 

Solo me queda agradecerle a Dios por esa gran oportunidad que me dio de ir a la misión y por haberme enseñado inmensidad de cosas que ahora estoy aplicando a mi vida. Agradecerle a Él por el respaldo y el amor que siempre me brindo; por enseñarme que en Él solo debe estar mi confianza y que solo de Él debo depender.

Así que yo los invito a que no pierdan las oportunidades que Dios les da de cambiar el rumbo de sus vidas y de servirle a Él. Dios nos esta llamando, necesita hombres y mujeres fieles, idóneos y dispuestos para que trabajen en un mundo necesitado de Él. Dispóngase y acepte el desafió que Dios le hace de darle un nuevo propósito a su vida.
 
Att: Jessica correa.
Febrero 12, 2005

lunes, febrero 21, 2005

Testimonio Vanessa Jarrín - Ceneti en Cali (Colombia)

Santiago de Cali, 19 de Febrero del 2005.

 
Sr. Juan Pablo Chamorro.

Hola tío, bueno antes que nada agradezco al Señor por su vida y por haber estado atento a nuestro anhelo de servirle a Él.

Le cuento que el Ceneti (Cali-Colombia) ha sido muy lindo, el trato del Señor a mi vida ha sido grande hasta en la mínima cosa; realmente Él ha tratado mi vida desde el más pequeño detalle hasta el más grande como dice en su Palabra: Que el que comenzó en nosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; y aún las promesas del Señor han sido grandes y maravillosas.

En el Redil muy bien con mi tío Oscar (director del Ceneti), con mi tía Betty (División Educativa) y con cada profesor, con cada Ceneti he aprendido y disfrutado de las enseñanzas que papito Dios me da a través de ellos; cada uno de ellos son especial, en la obra practica acá en Cali muy chévere también con mi compañera de evangelización nos ha ido súper bien, tuvimos la oportunidad de estar con el líder - tío Jimmy y compartir con él; el estar en el monte santo de la alabanza, ese regalo tan maravilloso que el Señor nos dio, donde ya muchas oraciones han sido cumplidas y estoy segura de que todas se cumplirán.

Para mí el CENETI ha sido muy especial; el trato de amor de Papá Dios a mi vida ha sido grande hasta en lo mas pequeño; realmente Dios ha tratado mi vida integralmente; por todo esto quiero motivar a todos mis primos y primas; habiendo entendido que somos hijos del pacto y que como olivos puros hemos sido llamados por nuestro Papito Dios desde que estábamos en el vientre de nuestra madre, que papito Dios desde antes que naciésemos tenía ya un plan para nosotros así como lo tuvo para Jacob, pero depende de nosotros permitir que ese plan maravilloso se cumpla.

Por lo demás tío quiero darle gracias por todo, decirle que aunque nuestra familia nunca ha estado tan cerca de ustedes, nosotros hemos aprendido a amarles a través de las oraciones que mis papis hacen por toda la familia Chamorro, por los siervos de Dios, por eso nosotras disfrutamos de cada uno de los tíos que tenemos en el mundo entero aún sin conocerlos.

Por favor un beso muy grande y especial a mamá Lolita o como siempre me enseñaron mis papis (mi abuelita), besos a la tía Viviana, a Sofía y a todos mis tíos y tías que estén cerca de usted.

Dios les súper bendiga , los quiero mucho

Vanessa Jarrín Candell.

Nuevos datos de Juan P.

Nuevo Email para contactos del MJC:

juan_pa@hotmail.com

martes, febrero 15, 2005

Testimonio Marlon García - Misión Local a Girardot

Cuando me hablaron de ir a Girardot (Cundinamarca) a una misión de 45 días pense:
"Bueno, unas vacaciones distintas," ademas  me dije, "debe ser facil y más aun siendo hijo de misionero." Ese fue mi pensamiento la noche en que mi papá me dijo que si queria ir de misión. Al día siguiente me dije: "Si voy amision es en acción de gracias por lo que el Señor habia hecho con la enfermedad de mi hermana Daniela (la cual estaba luchando con un cáncer)." Obviamente habian muchas otras cosas por la cual darle gracias a Dios, pero para mi la principal era y es esa, claro que seguía con una actitud un poco sobradora.

Cuando empezamos la misión mi actitud sobradora se hizo añicos, estaba muy lejos de entender  lo que realmente significaba la palabra misión; en esos primeros días tuve mi primer confrontamiento conmigo mismo, me di cuenta que mi vida de oración no era tan buena como creia y que se notaba que dependia mucho  de la oración de mis padres y me senti mal, y fue donde entendi que necesitaba estar más tiempo con Dios y fue así como mis oraciones fueron como las de un niño que estaba aprendiendo a hablar y fue algo muy bonito porque todo lo que creia saber lo habia borrado para empezar de nuevo; es lo que conocemos como volver al primer amor. Desde ese momento mi vida espiritual y mi visión frente a la misión cambió; en mis oraciones por la mañana mientras hacia el devocional personal sentia paz y el amor de Dios. Sentia que mis oraciones eran escuchadas por él y que la bendición que el Señor derramaba sobre mis padres ya no era compartida, ya me apropiaba de mi propia bendición la cual vi en los momentos más duros de la evangelización, en donde el Espíritu Santo mostraba su gran poder y respaldo en las oraciones de sanidad que hice y la oración de liberación en donde se ganó una personita para el Señor.

Por otra parte el Señor formó mi carácter, ya que hay muchas cosas en las que quería ver los resultados rápidos, fue donde el Señor a traves de su trato amoroso, me enseño que para él todo tiene un tiempo y es el tiempo menos esperado para nosotros (Eclesiastes 3:1).

Son muchas las cosas que el Señor formó en mi vida, en cada área de mi vida él hizo algo muy especial y lindo en donde quedaron muchos recuerdos, anécdotas que quedaran grabados en mi mente.

La convievencia con otras 9 personas fue algo muy vacano, y aunque hubo discusiones, fue algo muy bueno el compartir y conocer su forma de pensar y su forma de actuar, y creo que lo mas importante fue probar cómo estaba nuestro compañerismo, aunque vivir pocos días con otras personas en un espacio que no es el de uno pasa, pero ya 45 días eso cansa, pero fue muy bonita la experiencia porque en eso detalles el Señor estaba formando mi vida y la de ellos también.

Ya para terminar quiero felicitar a mis papás y todos los misioneros por una sencilla razón: la misión es para valientes y para gente con una dispocisión muy grande en sus corazones. Ahora sé lo que se siente estar lejos de los padres y seres queridos, puede que la misión que hice no se compare con la de ellos ya que fue mas suave y no pasamos por muchas de las cosas por las que tuvieron que pasar ellos. Pero la verdad es que aprendí a admirar más y de tomar más a mis padres como ejemplo de vida, trabajo, entrega y tenacidad espiritual.
 
Quiero darle gracias a Dios por lo que me permitió vivir, por los recuerdos y enseñanzas que me dejó, a Gabril Ricardo y Mireya (líderes que nos ministraron en nuestra misión de Girardot) por permitirme compartir con ellos mi experiencia como misionero junior, a Juan Pablo Chamorro y David Beltrán por organizar la misión, y a mis padres por apoyarme en esta "locura."

Marlon García
Misionero Junior
Febrero 12, 2005

miércoles, febrero 09, 2005

Aprendamos a orar con lujo de detalles

Hace poco nos cambiamos de sede distrital y gracias a Dios la nueva casa es como se la estaba pidiendo a él desde noviembre del año pasado. Desde que decidimos que era hora de cambiar de sede, me puse a orar y a expresarle a Dios con lujo de detalles lo que quería de la nueva casa: que tuviera cortinas, chimenea, parqueadero cubierto, estufa de gas, un parque cerca, varios espacios para las reuniones distritales, etc. Lo hice durante varios meses y para mi sorpresa eso fue exactamente lo que recibimos este mes de febrero. La nueva casa es tal cual la habiamos deseado.

Dice un proverbio lo siguiente:
"Cada uno se sacia de lo bueno del fruto de sus labios, y de la obra de sus manos recibe su recompensa." (Proverbios 12:14, Nueva Versión Internacional).

Para mí este proverbio me expresa algo más profundo que el estar diciendo cosas buenas para recibir cosas buenas. Me lleva a reflexionar que si me quiero saciar de bien, más que tener un lenguaje positivo, debo tener una vida de oración constante y saber que debo estar comunicándome con Dios en cada momento. Saciarme de bien del fruto de mis labios es aprender a hablar con Dios primero; a expresarle lo que siento, anhelo y deseo, antes que a cualquier persona y antes de actuar.

La oración tiene poder. Y quiénes oran insistentemente reciben respuesta inmediata de Dios. Para mí es un testimonio poder decir que la casa que obtuvimos fue resultado de orar insistemente, y poder decir que nos estamos "saciando de lo bueno" como resultado de expresarle nuestras necesidades a Dios. A veces se comete el error de expresar las necesidades, anhelos, dolores, faltantes a otras personas, a conocidos quienes no pueden hacer nada. Y se nos olvida que Dios, quien es todo poderoso, sí puede hacer algo por nosotros.

Cristo fue muy claro en Mateo 6:7-8 cuando nos aconsejó que pidamos y busquemos, pero que lo hagamos a Dios y no a los demás seres humanos, y como resultado recibiremos de Dios una respuesta. La próxima vez que quiera algo, que le falte algo, que necesite cualquier cosa, dirija sus palabras al cielo y verá la respuesta. Y claro, no se olvide de expresarle a Dios con lujo de detalles lo que usted desea.