Esto está aquí para que lo puedan imprimir y poner en sus carteleras, o lo utilicen para dar información a sus posibles peregrinos. Si no es de muy buena resolución me pueden escribir a juan_pa@hotmail.com y con gusto les mando copia.
miércoles, abril 20, 2005
Tour Safari 2005 pg2
Esto está aquí para que lo puedan imprimir y poner en sus carteleras, o lo utilicen para dar información a sus posibles peregrinos. Si no es de muy buena resolución me pueden escribir a juan_pa@hotmail.com y con gusto les mando copia.
miércoles, abril 13, 2005
Dios detesta el divorcio
Viviana Delgado Tobón
Juan P. Chamorro C.
Trayendo las costumbres del cielo a la tierra:
Reflexiones sobre el divorcio y el adulterio
Introducción
El Dr. Néstor Chamorro, mi padre en la fe, me enseño desde muy niña que nuestro deber es “traer las costumbres del cielo a la tierra,” y no al contrario. Es decir, no podemos pasar las enseñanzas bíblicas por el filtro de nuestras costumbres, de nuestra sociedad, o peor aun de nuestra propia experiencia de vida. Por el contrario, debemos sujetar todas ellas al testimonio bíblico.
El divorcio, es uno de aquellos temas candentes, en los que la sociedad permisiva en la que vivimos se ha infiltrado hasta tal punto de que muchos cristianos se sienten respaldados por la Biblia para dar este terrible paso. Y gran parte del problema se lo atribuyo a la mala lectura bíblica de los pasajes que tratan el tema. Se ha sacado doctrina de unos pocos versículos y se ha ignorado la vasta evidencia bíblica que habla a favor del matrimonio.
Si tenemos en cuenta que de tres matrimonios, dos terminan en divorcio, vale la pena hablar del tema con libertad y no convertirlo en uno de aquellos que creemos jamás tocara a nuestra puerta, porque si la toca algún día quizá no estemos preparados para ello. Aquí presentamos algunos estudios realizados sobre el tema del divorcio y el adulterio, comenzando con el adulterio, una de las principales causas de divorcio. De ninguna manera afirmamos que este estudio es exhaustivo, más sí es un comienzo. Invitamos a que, apoyados en este inicio, otros también sigan indagando sobre lo que la Biblia dice a favor del matrimonio.
Desarrollo
Adulterio
Es necesario estudiar este tema un poco, ya que es comúnmente mencionado en los pasajes bíblicos que tocan el divorcio. Para todos es claro que ésta es un práctica totalmente opuesta a la esencia del matrimonio. En ello, no hay discusión alguna. Lo que no es claro es como fue manejado el tema después de la caída (Génesis 3), y como debe manejarse en lo que algunos autores llaman “la nueva comunidad, establecida por Cristo” (Gilbert Bilezikian, El Lugar de la Mujer en la Iglesia y la Familia). Afirma 2 de Corintios 5:17 en Cristo somos una nueva creación, y de muchas formas, él nos dejo claro que él vino a recordarnos como fueron las cosas en el principio, cual era el diseño original; de tal forma, que como nueva creación viviéramos en él y en el diseño original. Después de la caída, se dio el dominio del hombre sobre la mujer, situación que explica pasajes como Deuteronomio 22: 13-30. La mujer era considerada propiedad del varón, y por ello la mujer adultera era castigada aun con la muerte, pero no así el varón adultero. Solo era sometido a la pena capital si adulteraba con una mujer casada, no por el hecho del adulterio sino por haberse metido con la posesión de su prójimo, es decir, su mujer. Esto explica porque un hombre, aun casado no recibía castigo por tener relaciones sexuales con una prostituta o con una mujer virgen que no pertenecía a nadie.
Jesús redefinió cómo entender el adulterio. En Juan 8:1-11 Jesús deja de lado la ley de Moisés, y les enseña el perdón. Alguna vez un siervo de Dios comentaba si acaso lo que Jesús escribía en el suelo eran los pecados de todos aquellos que estaban presentes, quizá por eso se fue marchando uno a uno. En Mateo 5:27-30 Jesús llevo el pecado del adulterio como uno también cometido por el varón, y fue a la raíz del problema, diciéndole que aun el que el varón codiciara en su mente a una mujer ya es llamado adultero. Así nos llevó a entender que la mujer no es un cuerpo que se puede poseer y desechar a su antojo, sino una persona, que merece respeto, en un área intima como es la mente y porque no decirlo el corazón.
Jesús entonces redefinió cómo entender el adulterio en el caso del varón, diciendo que no solo adultera el que se acostó con otra, sino también aquel que codicia a otra mujer en su mente. Por otro lado, esto nos lleva a concluir que aquel que se acuesta con otro (a) no es el primer adultero, quizá fue el otro. A lo que voy, es que muchos no perdonan un adulterio utilizando como argumento su bondad. Pero en la mayoría de los casos el adulterio es fruto de la infidelidad del cónyuge aparentemente inocente, en otras áreas, como por ejemplo su mente. Es inapropiado reducir la fidelidad solo al aspecto físico de la pareja. El ser humano es espíritu alma y cuerpo, y por lo tanto la unión conyugal es igualmente espíritu alma y cuerpo. Las tres dimensiones son igual de importantes, así que ser infiel en alguna de esas tres áreas es igual de grave, y esto fue lo que nos enseño Cristo. Se es también infiel al cónyuge cuando se le somete a maltrato físico o verbal, cuando lo pongo por debajo de sí mismo, del trabajo y aun del ministerio cristiano, y así podríamos enumerar muchas situaciones que se traducen también en infidelidad.
Divorcio
Detengámonos por un momento a leer pasajes como Génesis 21: 8-14, Jueces 14:20; 15:2; 1 de Samuel 25:44; Isaías 50:1; Jeremías 3:1,8 y Deuteronomio 24:1-4. Todos estos hacen parte de una legislación bastante amplia sobre el divorcio, la cual solamente favorece al varón. El varón podía dejar a su mujer por razones muy vagas, simplemente porque ya no le gustó. Y la mujer divorciada no tenía ningún recurso al que apelar, ni soporte financiero de su ex esposo. De tal manera que la legislación de Moisés a favor de dar carta de divorcio, fue diseñada, en su momento, para proteger a la mujer de las arbitrariedades de los esposos. La intención fue disminuir la tasa de divorcio, estableciendo una causa especifica y no dejándolo tan abierto de tal manera que frente a cualquier disgusto la mujer era dejada tirada. Todo esto consecuencia de un mundo caído, del pecado original relatado en Génesis 3. Pero Jesús también nos explica como esta ley fue dada por la dureza del corazón del hombre, y en Mateo 19:3-8 aclara que el divorcio es incompatible con la creación de Dios.
“Algunos fariseos se le acercaron y para ponerlo a prueba, le preguntaron: ¿Está permitido que un hombre se divorcie de su esposa por cualquier motivo?
¿No han leído? - Replicó Jesús - que en el principio el Creador ‘los hizo hombre y mujer’, y dijo ‘Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo’ Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
Le replicaron: ¿Por qué, entonces, mandó Moisés que un hombre le diera a su esposa un certificado de divorcio y la despidiera?
Moisés les permitió divorciarse de su esposa por lo obstinados que son – respondió Jesús. Pero no fue así desde el principio.” (NVI).
De igual forma sucede con la poligamia, hubo la necesidad de reglamentarla, pero no porque hiciera parte del diseño original.
La Biblia enseña, en el libro de Efesios 5:21-33, que el hombre es cabeza de la mujer como Cristo es cabeza de la iglesia. Jesús se entrego y lo dio todo por una iglesia adultera, y quienes decidimos aceptar su redención podemos disfrutar de él. Romanos 8:38-39 establece que nada nos puede separar del amor de Cristo, de tal manera que aplicando el mismo símil nada puede separar al hombre y a la mujer, por eso dijo Jesús que lo que Dios ha unido no lo separe el hombre. Entender la esencia del matrimonio, que es dos seres que se han fundido en uno solo, tiene que llevarme a concluir que un esposo frente a una mujer adultera arrepentida no tiene excusa para abandonarla, y esto mismo se aplica para la mujer. La única excusa para un cristiano que quiere divorciarse frente a un caso de infidelidad, es el no querer perdonar, y no el acto mismo de la infidelidad.
Conclusión
Poniendo juntos todos estos pasajes bíblicos que tocan el tema del divorcio, que por cierto es la correcta forma de leer la Biblia (hacer un estudio amplio y luego sacar conclusiones, más no estudiar un verso y de ahí derivar doctrina), podemos concluir que si bien es cierto es que el adulterio fue dado como una causal de divorcio por la ley mosaica, la opción que nos presenta Jesucristo es la del perdón. Frente a una adultero arrepentido, llámese hombre o mujer, el camino bíblico es el perdón y la reconciliación.
Finalmente quisiera citar las siguientes traducciones de Malaquías 2:16 el cual es bien explícito en lo que Dios piensa del divorcio. Dice Malaquías que Dios aborrece el divorcio.
“Yo aborrezco el divorcio – dice el Señor, Dios de Israel-, y al que cubre de violencia sus vestiduras.” Dice el Señor Todopoderoso. Así que cuídense en su espíritu, y no sean traicioneros. (Nueva Versión Internacional).
‘¡Por cuanto yo detesto el divorcio!’ Dice el Señor, el Dios de Israel. ‘Es tan cruel como ponerse las vestiduras manchadas de sangre de una víctima,’ dice el Dios Todopoderoso. ‘Cuídense ustedes mismos; siempre manténganse fieles a su esposa.’ (Nueva Traducción Viva).
¿Estamos luchando por restaurar matrimonios, y enseñar el perdón en casos críticos como el adulterio? O por el contrario estamos manipulando la Biblia para justificar una aberración como el divorcio. ¿Estamos entonces trayendo las costumbres del cielo a la tierra?
Juan P. Chamorro C.
Trayendo las costumbres del cielo a la tierra:
Reflexiones sobre el divorcio y el adulterio
Introducción
El Dr. Néstor Chamorro, mi padre en la fe, me enseño desde muy niña que nuestro deber es “traer las costumbres del cielo a la tierra,” y no al contrario. Es decir, no podemos pasar las enseñanzas bíblicas por el filtro de nuestras costumbres, de nuestra sociedad, o peor aun de nuestra propia experiencia de vida. Por el contrario, debemos sujetar todas ellas al testimonio bíblico.
El divorcio, es uno de aquellos temas candentes, en los que la sociedad permisiva en la que vivimos se ha infiltrado hasta tal punto de que muchos cristianos se sienten respaldados por la Biblia para dar este terrible paso. Y gran parte del problema se lo atribuyo a la mala lectura bíblica de los pasajes que tratan el tema. Se ha sacado doctrina de unos pocos versículos y se ha ignorado la vasta evidencia bíblica que habla a favor del matrimonio.
Si tenemos en cuenta que de tres matrimonios, dos terminan en divorcio, vale la pena hablar del tema con libertad y no convertirlo en uno de aquellos que creemos jamás tocara a nuestra puerta, porque si la toca algún día quizá no estemos preparados para ello. Aquí presentamos algunos estudios realizados sobre el tema del divorcio y el adulterio, comenzando con el adulterio, una de las principales causas de divorcio. De ninguna manera afirmamos que este estudio es exhaustivo, más sí es un comienzo. Invitamos a que, apoyados en este inicio, otros también sigan indagando sobre lo que la Biblia dice a favor del matrimonio.
Desarrollo
Adulterio
Es necesario estudiar este tema un poco, ya que es comúnmente mencionado en los pasajes bíblicos que tocan el divorcio. Para todos es claro que ésta es un práctica totalmente opuesta a la esencia del matrimonio. En ello, no hay discusión alguna. Lo que no es claro es como fue manejado el tema después de la caída (Génesis 3), y como debe manejarse en lo que algunos autores llaman “la nueva comunidad, establecida por Cristo” (Gilbert Bilezikian, El Lugar de la Mujer en la Iglesia y la Familia). Afirma 2 de Corintios 5:17 en Cristo somos una nueva creación, y de muchas formas, él nos dejo claro que él vino a recordarnos como fueron las cosas en el principio, cual era el diseño original; de tal forma, que como nueva creación viviéramos en él y en el diseño original. Después de la caída, se dio el dominio del hombre sobre la mujer, situación que explica pasajes como Deuteronomio 22: 13-30. La mujer era considerada propiedad del varón, y por ello la mujer adultera era castigada aun con la muerte, pero no así el varón adultero. Solo era sometido a la pena capital si adulteraba con una mujer casada, no por el hecho del adulterio sino por haberse metido con la posesión de su prójimo, es decir, su mujer. Esto explica porque un hombre, aun casado no recibía castigo por tener relaciones sexuales con una prostituta o con una mujer virgen que no pertenecía a nadie.
Jesús redefinió cómo entender el adulterio. En Juan 8:1-11 Jesús deja de lado la ley de Moisés, y les enseña el perdón. Alguna vez un siervo de Dios comentaba si acaso lo que Jesús escribía en el suelo eran los pecados de todos aquellos que estaban presentes, quizá por eso se fue marchando uno a uno. En Mateo 5:27-30 Jesús llevo el pecado del adulterio como uno también cometido por el varón, y fue a la raíz del problema, diciéndole que aun el que el varón codiciara en su mente a una mujer ya es llamado adultero. Así nos llevó a entender que la mujer no es un cuerpo que se puede poseer y desechar a su antojo, sino una persona, que merece respeto, en un área intima como es la mente y porque no decirlo el corazón.
Jesús entonces redefinió cómo entender el adulterio en el caso del varón, diciendo que no solo adultera el que se acostó con otra, sino también aquel que codicia a otra mujer en su mente. Por otro lado, esto nos lleva a concluir que aquel que se acuesta con otro (a) no es el primer adultero, quizá fue el otro. A lo que voy, es que muchos no perdonan un adulterio utilizando como argumento su bondad. Pero en la mayoría de los casos el adulterio es fruto de la infidelidad del cónyuge aparentemente inocente, en otras áreas, como por ejemplo su mente. Es inapropiado reducir la fidelidad solo al aspecto físico de la pareja. El ser humano es espíritu alma y cuerpo, y por lo tanto la unión conyugal es igualmente espíritu alma y cuerpo. Las tres dimensiones son igual de importantes, así que ser infiel en alguna de esas tres áreas es igual de grave, y esto fue lo que nos enseño Cristo. Se es también infiel al cónyuge cuando se le somete a maltrato físico o verbal, cuando lo pongo por debajo de sí mismo, del trabajo y aun del ministerio cristiano, y así podríamos enumerar muchas situaciones que se traducen también en infidelidad.
Divorcio
Detengámonos por un momento a leer pasajes como Génesis 21: 8-14, Jueces 14:20; 15:2; 1 de Samuel 25:44; Isaías 50:1; Jeremías 3:1,8 y Deuteronomio 24:1-4. Todos estos hacen parte de una legislación bastante amplia sobre el divorcio, la cual solamente favorece al varón. El varón podía dejar a su mujer por razones muy vagas, simplemente porque ya no le gustó. Y la mujer divorciada no tenía ningún recurso al que apelar, ni soporte financiero de su ex esposo. De tal manera que la legislación de Moisés a favor de dar carta de divorcio, fue diseñada, en su momento, para proteger a la mujer de las arbitrariedades de los esposos. La intención fue disminuir la tasa de divorcio, estableciendo una causa especifica y no dejándolo tan abierto de tal manera que frente a cualquier disgusto la mujer era dejada tirada. Todo esto consecuencia de un mundo caído, del pecado original relatado en Génesis 3. Pero Jesús también nos explica como esta ley fue dada por la dureza del corazón del hombre, y en Mateo 19:3-8 aclara que el divorcio es incompatible con la creación de Dios.
“Algunos fariseos se le acercaron y para ponerlo a prueba, le preguntaron: ¿Está permitido que un hombre se divorcie de su esposa por cualquier motivo?
¿No han leído? - Replicó Jesús - que en el principio el Creador ‘los hizo hombre y mujer’, y dijo ‘Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo’ Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
Le replicaron: ¿Por qué, entonces, mandó Moisés que un hombre le diera a su esposa un certificado de divorcio y la despidiera?
Moisés les permitió divorciarse de su esposa por lo obstinados que son – respondió Jesús. Pero no fue así desde el principio.” (NVI).
De igual forma sucede con la poligamia, hubo la necesidad de reglamentarla, pero no porque hiciera parte del diseño original.
La Biblia enseña, en el libro de Efesios 5:21-33, que el hombre es cabeza de la mujer como Cristo es cabeza de la iglesia. Jesús se entrego y lo dio todo por una iglesia adultera, y quienes decidimos aceptar su redención podemos disfrutar de él. Romanos 8:38-39 establece que nada nos puede separar del amor de Cristo, de tal manera que aplicando el mismo símil nada puede separar al hombre y a la mujer, por eso dijo Jesús que lo que Dios ha unido no lo separe el hombre. Entender la esencia del matrimonio, que es dos seres que se han fundido en uno solo, tiene que llevarme a concluir que un esposo frente a una mujer adultera arrepentida no tiene excusa para abandonarla, y esto mismo se aplica para la mujer. La única excusa para un cristiano que quiere divorciarse frente a un caso de infidelidad, es el no querer perdonar, y no el acto mismo de la infidelidad.
Conclusión
Poniendo juntos todos estos pasajes bíblicos que tocan el tema del divorcio, que por cierto es la correcta forma de leer la Biblia (hacer un estudio amplio y luego sacar conclusiones, más no estudiar un verso y de ahí derivar doctrina), podemos concluir que si bien es cierto es que el adulterio fue dado como una causal de divorcio por la ley mosaica, la opción que nos presenta Jesucristo es la del perdón. Frente a una adultero arrepentido, llámese hombre o mujer, el camino bíblico es el perdón y la reconciliación.
Finalmente quisiera citar las siguientes traducciones de Malaquías 2:16 el cual es bien explícito en lo que Dios piensa del divorcio. Dice Malaquías que Dios aborrece el divorcio.
“Yo aborrezco el divorcio – dice el Señor, Dios de Israel-, y al que cubre de violencia sus vestiduras.” Dice el Señor Todopoderoso. Así que cuídense en su espíritu, y no sean traicioneros. (Nueva Versión Internacional).
‘¡Por cuanto yo detesto el divorcio!’ Dice el Señor, el Dios de Israel. ‘Es tan cruel como ponerse las vestiduras manchadas de sangre de una víctima,’ dice el Dios Todopoderoso. ‘Cuídense ustedes mismos; siempre manténganse fieles a su esposa.’ (Nueva Traducción Viva).
¿Estamos luchando por restaurar matrimonios, y enseñar el perdón en casos críticos como el adulterio? O por el contrario estamos manipulando la Biblia para justificar una aberración como el divorcio. ¿Estamos entonces trayendo las costumbres del cielo a la tierra?
lunes, abril 04, 2005
Reflexiones sobre la muerte de mi padre 2da Parte
Hoy se cumplen dos años desde que murió el Dr. Néstor Chamorro, un gran esposo, padre y siervo de Dios. Para mí no ha sido nada fácil el recuperarme de esta perdida, y eso que cuento con el apoyo de mi esposa, mi pequeña bebe, y mi familia. Me gustaría compartir en este blog lo que ha significado para mí el finalmente aceptar, con paz en mi corazón, la muerte de mi padre.
Casi un año después de la muerte de mi papá fue que regresamos con mi esposa e hija de el exterior donde estaba estudiando, para radicarnos en Colombia y comenzar a trabajar en el mismo ministerio en el cual mi papá trabajó durante cuarenta años. El ajustarme de nuevo a la cultura colombiana, y el ajustarme a un estilo de vida sin el apoyo y la compañía de mi papá fue muy duro. Aparentemente uno admite que la muerte de un ser amado está dentro de los planes de Dios, pero de una manera muy sutil y sin saberlo, canaliza todas sus frustraciones hacia Dios. Claro está que esto yo lo ignoraba completamente y solo me di cuenta que tiempo después de la muerte de mi padre, yo estaba resentido con Dios por habermelo quitado.
Cuando apenas llevaba 8 meses en Colombia estaba frustrado y cansado por que las cosas no iban como yo quería, porque el criar una hija bastante despierta de meses, el manejar un distrito, y las diferentes delegaciones del ministerio nacional, estaban demandando mucho tiempo y parecía que ya no me alcanzaba. Ah! Además el vivir en una ciudad tan "alocada" como Bogotá me tenía muy desanimado. El caso es que perdía la paciencia muy rápido, nada me bastaba, a todo le podía encontrar un defecto, y esto estaba afectando especialmente, mi relación con mi esposa. Fue así como nos reunimos con Jimmy y mi mamá (Lolita) para pedirles ayuda en este momento tan crítico. Lo que conversamos esa noche me dejó con la boca abierta.
Llegué a hablarles a mi hermano y mamá de cómo estaba cansado y frustrado con lo que estaba viviendo, de como no sabía qué más hacer, y que con mi esposa estábamos peleando mucho. Luego de escuchar mi "descarga" de argumentos, mi hermano simplemente me comenzó a preguntar cómo estaba yo con Dios. Es decir, si había hecho las paces con él por haberse llevado a mi padre. Continuó diciendo que él percibía que yo, como era de esperarse, había construido muchos sueños con mi padre, sueños que ahora no podrían ser realidad. Sueños como: Llevarle a mi pequeña Sofía para que jugara con ella - mi papá nunca la conoció; Hablarle de mi graduación de la maestría - mi papá nuca se enteró que me gradué; Pedirle consejo en cuanto al manejo del distrito, del ministerio de jóvenes nacional - mi papá nunca supo que regresé a Colombia para servir a Dios así como él lo hizo durante tantos años. Cuando escuchaba hablar a mi hermano se me escurrieron las lágrimas pues él había "dado en el clavo". Definitivamente yo estaba muy bravo con Dios por haberme quitado a mi papá en el momento que más lo necesitaba; en el momento donde se estaban cumpliendo los sueños que tanto soñamos juntos. Esa noche oramos con Jimmy y mi mamá, y le pedí a Dios que me perdonara por echarle a él la culpa de todo esto y por no estar en paz con él. Esa noche en oración deje a un lado la amargura que sentía con Dios. A partir de ese momento, no es que las cosas dejaron de ser menos duras, pero al menos estoy en paz con Dios y en mi corazón ya no hay resentimiento en contra de mi padre Dios.
Estoy compartiendo este testimonio pues se que muchos miembros de la Cruzada (CENTI) amaron entrañablemente al "Padre en la Fe", y no me gustaría que si están pasando por una situación similar a la mía, de estar bravos con Dios, puedan hacer las paces con él. Cuando uno siente que Dios le quita algo que uno necesita, hay que preguntarse si se está resentido con él. Cuando uno sabe que por la voluntad de Dios no se dan las cosas como uno las había planeado con tanto esmero, es posible que se amargue en contra de Dios. Frente a esto momentos decepcionantes, en los que uno quisiera ser como Job y pedirle una audiencia a Dios para tratar de convencerlo que se ha equivocado, es cuando más necesita uno guardar silencio delante él para entender que su voluntad es buena.
Yo no he dejado de llorar la muerte de mi padre, y de vez en cuando al ver a mi pequeña hija por ahí se me escapa una lagrima pensando en lo feliz que sería mi papá si la pudiera ver y jugar con ella. Pero, además de entristecerme, entiendo que uno debe seguir adelante. Por eso a mi hija ya le he enseñado fotos de su abuelo Néstor y ella sabe que él es su abuelo. También no he dejado de trabajar en el ministerio el cual mi padre amó tanto. Lo que quiero expresar es que aveces uno se queda en lo que no pudo hacer, resintiéndose con Dios, y olvidándose que todavía hay mucho por hacer. Sigo entonces hacia adelante, en paz con Dios, aunque todavía con el huequito en mi corazón por la muerte de mi padre. También sé que Dios en el cielo de vez en cuando habla con mi papá y le dice que estamos bien, que lo extrañamos, y amamos, ah, y que tiene una linda nieta de su hijo Juan P. Chamorro que mira su foto y le dice "abelo".
Casi un año después de la muerte de mi papá fue que regresamos con mi esposa e hija de el exterior donde estaba estudiando, para radicarnos en Colombia y comenzar a trabajar en el mismo ministerio en el cual mi papá trabajó durante cuarenta años. El ajustarme de nuevo a la cultura colombiana, y el ajustarme a un estilo de vida sin el apoyo y la compañía de mi papá fue muy duro. Aparentemente uno admite que la muerte de un ser amado está dentro de los planes de Dios, pero de una manera muy sutil y sin saberlo, canaliza todas sus frustraciones hacia Dios. Claro está que esto yo lo ignoraba completamente y solo me di cuenta que tiempo después de la muerte de mi padre, yo estaba resentido con Dios por habermelo quitado.
Cuando apenas llevaba 8 meses en Colombia estaba frustrado y cansado por que las cosas no iban como yo quería, porque el criar una hija bastante despierta de meses, el manejar un distrito, y las diferentes delegaciones del ministerio nacional, estaban demandando mucho tiempo y parecía que ya no me alcanzaba. Ah! Además el vivir en una ciudad tan "alocada" como Bogotá me tenía muy desanimado. El caso es que perdía la paciencia muy rápido, nada me bastaba, a todo le podía encontrar un defecto, y esto estaba afectando especialmente, mi relación con mi esposa. Fue así como nos reunimos con Jimmy y mi mamá (Lolita) para pedirles ayuda en este momento tan crítico. Lo que conversamos esa noche me dejó con la boca abierta.
Llegué a hablarles a mi hermano y mamá de cómo estaba cansado y frustrado con lo que estaba viviendo, de como no sabía qué más hacer, y que con mi esposa estábamos peleando mucho. Luego de escuchar mi "descarga" de argumentos, mi hermano simplemente me comenzó a preguntar cómo estaba yo con Dios. Es decir, si había hecho las paces con él por haberse llevado a mi padre. Continuó diciendo que él percibía que yo, como era de esperarse, había construido muchos sueños con mi padre, sueños que ahora no podrían ser realidad. Sueños como: Llevarle a mi pequeña Sofía para que jugara con ella - mi papá nunca la conoció; Hablarle de mi graduación de la maestría - mi papá nuca se enteró que me gradué; Pedirle consejo en cuanto al manejo del distrito, del ministerio de jóvenes nacional - mi papá nunca supo que regresé a Colombia para servir a Dios así como él lo hizo durante tantos años. Cuando escuchaba hablar a mi hermano se me escurrieron las lágrimas pues él había "dado en el clavo". Definitivamente yo estaba muy bravo con Dios por haberme quitado a mi papá en el momento que más lo necesitaba; en el momento donde se estaban cumpliendo los sueños que tanto soñamos juntos. Esa noche oramos con Jimmy y mi mamá, y le pedí a Dios que me perdonara por echarle a él la culpa de todo esto y por no estar en paz con él. Esa noche en oración deje a un lado la amargura que sentía con Dios. A partir de ese momento, no es que las cosas dejaron de ser menos duras, pero al menos estoy en paz con Dios y en mi corazón ya no hay resentimiento en contra de mi padre Dios.
Estoy compartiendo este testimonio pues se que muchos miembros de la Cruzada (CENTI) amaron entrañablemente al "Padre en la Fe", y no me gustaría que si están pasando por una situación similar a la mía, de estar bravos con Dios, puedan hacer las paces con él. Cuando uno siente que Dios le quita algo que uno necesita, hay que preguntarse si se está resentido con él. Cuando uno sabe que por la voluntad de Dios no se dan las cosas como uno las había planeado con tanto esmero, es posible que se amargue en contra de Dios. Frente a esto momentos decepcionantes, en los que uno quisiera ser como Job y pedirle una audiencia a Dios para tratar de convencerlo que se ha equivocado, es cuando más necesita uno guardar silencio delante él para entender que su voluntad es buena.
Yo no he dejado de llorar la muerte de mi padre, y de vez en cuando al ver a mi pequeña hija por ahí se me escapa una lagrima pensando en lo feliz que sería mi papá si la pudiera ver y jugar con ella. Pero, además de entristecerme, entiendo que uno debe seguir adelante. Por eso a mi hija ya le he enseñado fotos de su abuelo Néstor y ella sabe que él es su abuelo. También no he dejado de trabajar en el ministerio el cual mi padre amó tanto. Lo que quiero expresar es que aveces uno se queda en lo que no pudo hacer, resintiéndose con Dios, y olvidándose que todavía hay mucho por hacer. Sigo entonces hacia adelante, en paz con Dios, aunque todavía con el huequito en mi corazón por la muerte de mi padre. También sé que Dios en el cielo de vez en cuando habla con mi papá y le dice que estamos bien, que lo extrañamos, y amamos, ah, y que tiene una linda nieta de su hijo Juan P. Chamorro que mira su foto y le dice "abelo".
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