¿Qué tanto conocemos a Dios?

La semana pasada estaba hablando con los jóvenes del Plan MIL sobre 'El Conocimiento de Dios', y sobre lo mucho o poco que le conocemos a Dios. La conclusión a la que les llevaba a éstos jóvenes es que aveces nosotros podemos decir que tenemos información acerca de Dios, más sin embargo no nos relacionamos con él, ni dejamos que este conocimiento sobre Dios genere cambios en nuestra vida. Mi invitación a los jóvenes del Plan MIL fue a no solo estudiar diligentemente la Biblia para saber más sobre Dios, sino también a querer entablar una relación con él; a permitir que el conocimiento bajara de sus cabezas a sus corazónes, y que todo esto se convirtiera en acciones.

Hechos 20:24 dice: Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

La vida Cristiana le lleva a uno a relacionarse con Dios, y llegar a exclamar que fruto de esta relación con Dios, que ya ni mi vida importa, con tal de agradarle a él. ¿Por qué no estimo preciosa mi vida? Porque Dios me ha dado muchas cosas, sin merecerlo, para bien mío.

¿Qué tanto conozco a Dios? Se evidencia en la medida que dejo de pensar tanto en mí mismo, y comienzo a pensar y actuar como Dios quisiera que lo hiciera.

No nos cansemos de amar

No es malo seguir repasando este principio cristiano del amor, el cual nos vienen insistiendo desde hace miles de años. Hay que amar al prójimo (Marcos 12:31). Por esto me gustó mucho vovler a leer sobre el amor en el libro de Colosenses 3:12-14 (NVI):
Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de como que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Por encima de todo vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.
Es muy dificil llevar este estilo de vida, en el que constantemente estamos pensando más en cómo perdonar, que en cómo hacer para que nos sintamos mejor, para que se haga justicia con nosotros, cuando hemos sido ofendidos. 
Cada mañana hay que pedirle a Dios que nos cubra de amor para poder amar a nuestros hijos, cónyuge, padres, hermanos y otros. No perdamos la paz por una ofensa, independiente de lo grave que sea, tratemos de perdonar, así como Cristo nos ha perdonado también ofensas graves.  

Feliz Cumpleaños Juan P. :: 30 años

Yo se que esta es una forma descarada de anunciar mi cumpleaños, pero la verdad es que estoy muy contento de cumplir estos 30. Me parece que entrar en el tercer piso es algo importante, además que voy muy bien acompañado; estoy contento de llevar 6 años de casado, de tener a mi pequeña de 2 años, y una excelente familia en la carne y en la fe. No pongo este anuncio tanto para que me feliciten, como sí para que oren por mí, para que Dios me siga bendiciendo.

Les comparto el último proverbio que leí que me gustó mucho:
Para el afligido todos los días son malos; para el que es feliz siempre es día de fiesta (Prov 15:15). Seguiré luchando para que, vengan días buenos o malos, pueda hacer de ellos una fiesta, un banquete, para no dejar que me derroten. Y claro, cabe mencionar que mi fuente de felicidad es, primeramente, mi padre Dios.